jueves, 24 de mayo de 2012

El MIC vivió con éxito una noche en el Museo


Una de las noches más divertidas y enriquecedoras, para un grupo de estudiantes de la Escuela Superior Politécnica del Ejército y el equipo de mediación del MIC, fue “Una Noche en el Museo”.


Alrededor de las 5 de la tarde del 18 de mayo, un grupo de estudiantes universitarios empezaró a llegar al Museo Interactivo de Ciencia, muchos evidenciaban su emoción por participar en un evento que podría recordarles el título de una película hollywoodense, pero la mayoría con mucha incertidumbre por lo que vendría en las próximas horas… Una Noche en el MIC.
Una figura fantasmal fue la primera en aparecer en la noche, un alma que vaga por los telares de la fábrica La Industrial y que conoce los secretos del barrio, sus historias y leyendas. Ella nos contó cómo era el MIC y el barrio hace muchos años. Si alguien dijo que no se asustó (los invitados o los mediadores), mintió. La impresión fue tan grande que seguramente todos recordaremos la imagen de esa mujer vestida de negro que rememoró un poco del tradicional barrio de Chimbacalle.
Apenas habían pasado las 10 de la noche cuando tres grupos, organizados casi al azar mediante un juego realizado por los mediadores, empezaron a correr entre las exposiciones del MIC,buscando pistas que los llevarían a otro lugar y que los retaría física o mentalmente.
Los chicos corrían de un extremo al otro del Museo, topándose con personajes históricos: Galileo, por ejemplo, trataba de explicarles cosas y ayudarles a resolver sus pistas. Aunque un ser extraño, parecido a un arlequín, los seguía haciendo sonar platillos y cascabeles para recordarles que el tiempo se terminaba. Un fantasma, un mecánico, un poeta, entre otros, también formaron parte de la noche. Un experiencia que avivó los lazos de amistad de todos.
Aunque un grupo logró descifrar primero sus pistas, todos se sintieron ganadores. Todos, ya en la madrugada, compartieron sus sentimientos y un común denominador fue “la forma diferente de conocer”, pues al final, todos, aunque sea muy pequeño, aprendieron algo nuevo, demostrando que en el MIC la ciencia es simplemente divertida.
Al momento de dormir, muchos, entre los cuales me incluyo, estábamos un poco preocupados por ¿qué pasará? Las historias de fantasmas, de apariciones, de sonidos extraños en el MIC, son muy comunes. Por ello decidimos dormir en la Sala Guaguas. Además de ser la más cómoda era la más alejada del centro neurálgico de las apariciones… nadie pensó que no sería el miedo o un fantasma el que no nos dejaría dormir… fue el gallo del MIC quien desde las 3 de la madrugada empezó a cantar para recordarnos que el día ya se acerca y que las labores diarias deben comenzar, lo malo es que el gallo no sabía (o quizá sí pero poco le importó) que apenas a las 2 de la madrugada logramos conciliar el sueño. Finalmente la experiencia fue inigualable.

 
Gracias a todos los que participaron en esta noche inolvidable, en el MIC. 

Jorge Godoy
Comunicador MIC

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