viernes, 6 de septiembre de 2013

¿Es posible rastrear a una abeja?


Científicos usan la tecnología del radar armónico para investigar por qué las abejas están muriendo.
                                                                                                                           
Actualmente se ha detectado que el número de abejas a nivel mundial ha disminuido gravemente, inquietando a los científicos.

Las abejas desempeñan un papel importante en la vida del campo e incluso en la nuestra ya que una tercera parte de lo que comemos depende de la polinización que ellas realizan. Estudiar el comportamiento de estos insectos es importante para descubrir las razones de su progresiva desaparición.

Para esto, los científicos están usando un transmisor de radar el cual emite una señal para que la reciba una diminuta antena adherida en el tórax de una abeja de miel. Un pequeño diodo en el centro de la antena cambia la longitud de onda para que pueda ser detectada y seguida.

La nueva señal es única. No hay ninguna otra fuente en el medio ambiente, así que los científicos saben que la está emitiendo la abeja marcada pues sólo se puede rastrear una abeja al tiempo, Una estación de rastreo de radar portátil se utiliza para transmitir la señal y reunir la información enviada de vuelta.

Cada antena se le pega a las abejas a mano:

1. La abeja es capturada colocando un tubo de plástico largo a la entrada de una colmena.

2. Luego, se le pega un pequeño disco plástico que tiene un número de identificación en el tórax con adhesivo de doble cara fuerte. Más tarde, se pone la antena en el disco, usando pegamento.

3. La antena se extrae cuando la abeja vuelve.

4. La señal enviada desde el insecto etiquetado se ve como un punto en movimiento similar a los que se ven en la pantalla de radar de los barcos.

"Esto puede superponerse sobre los mapas de la zona para mostrar con precisión por dónde voló el insecto y las características del paisaje de esa zona", le dice a la BBC Jason Chapman, entomólogo del centro de investigación agrícola Rothamsted Research en Inglaterra.

Esta antena originalmente creada para el estudio de la mosca tsé-tsé en África, es casi tan larga como una abeja melífera, los expertos explican que no es un problema pues el insecto ha evolucionado durante millones de años para llevar cargas pesadas, incluyendo las masas de polen de casi la mitad de su peso corporal.
"La antena sólo pesa una décima parte de su peso corporal y para ellas es muy fácil llevarlo", asegura Chapman.

A dónde van las abejas

A pesar de la labor que implica, el sistema se está utilizando actualmente en dos proyectos de investigación importantes.
Los científicos en la Universidad Libre de Berlín usan el radar armónico para ver si los neonicotinoides -uno de los insecticidas más usados en el mundo, que actúan sobre el sistema nervioso central de los insectos- afectan la navegación del insecto.
"Las abejas de miel tienen una habilidad increíble para navegar", señala el neurobiólogo de insectos Randolf Menzel, quien dirige la investigación. "Este tipo de proceso cognitivo requiere del orden más alto de procesamiento neuronal en este pequeño cerebro. Eso significa que todo lo que interfiere con ese fino proceso debe tener un alto impacto".

A su vez, los científicos de Rothamsted usan la tecnología para estudiar la trayectoria de vuelo de abejas infectadas por un virus transmitido por el destructivo ácaro varroa. Este pequeño parásito ha llevado a la propagación de algunos de los virus más contagiosos, matando a gran número de abejas.

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