sábado, 12 de enero de 2013

Catapultas: más que instrumentos de guerra




Este artefacto fue creado para derribar muros y causar daño en poblaciones enemigas. Su funcionamiento requiere de conocimientos físicos y mecánicos, así que observar cómo funciona puede ayudarnos a entender cómo la distancia, altura y puntería dependen del peso, la densidad, la aerodinámica y el ángulo de lanzamiento.

Las catapultas más primitivas disponían de un brazo con forma de cuchara en el extremo para situar y lanzar el proyectil. Su primera aparición fue en el 399 a. C. para Dionisio de Siracusa y, a partir de allí, ha experimentado mejoras, como el uso de la pólvora y la implementación de una honda. Alejandro Magno también las usó para derribar las murallas del imperio persa.


Cómo funciona la catapulta:

1.  Se almacena energía potencial en la catapulta.
2. Se gasta parte de esa energía almacenada (movimiento del brazo de palanca, desplazamiento de la honda, rozamiento de las cuerdas, etc.) para transmitirla al proyectil.
3.  El proyectil recibe el resto de la energía potencial y sale disparado con energía cinética.


Tipos de catapultas:

Onagro: Se necesitaban ocho hombres para instalarla. Tenía una base de madera en forma de arco y que servía de límite para el brazo cuando se disparaba el proyectil. En la punta, el brazo tenía una cuchara donde se colocaba la piedra o proyectil.

Trabuquete: Hay quien considera que pudo haber sido utilizado para lanzar personas y animales muertos asechados por alguna peste. La longitud de su eje puede llegar a los 12 metros, el peso del proyectil, 100 kilogramos y su alcance es de 200 metros. 

Ballista: Sus proyectiles eran dardos que llegaban a grandes distancias. Sus objetivos tenían que ser objetos inmóviles, pues una vez instalado era complicado moverlo, aunque existieron algunos con pequeñas ruedas.


¿Quién inventó la catapulta para Dionisio?

Arquímedes fue un matemático griego a quien no solo se le atribuyen interesantes aportes a la mecánica, sino anécdotas con humor mítico. Sus ingenios bélicos sirvieron a Dionisio de Siracusa a resistir tres años el asedio romano antes de caer finalmente en manos de las tropas de Marcelo. 
Una anécdota relacionada con su conocimiento de mecánica, cuenta que Arquímedes retó a Plutarco que conseguiría mover la Tierra. De esta manera, con un complejo sistema de poleas, logró mover un navío de tres mástiles con su carga.


Gustavo Benavides
Museologia
Museo Interactivo de Ciencia

No hay comentarios:

Publicar un comentario