viernes, 4 de octubre de 2013

Más parecidos de los que te imaginas - “Animalitos cosquilludos”




Si pensabas que sólo los humanos sentimos cosquillas, estás equivocado. Con el fin de analizar la evolución de la risa, los científicos están estudiando la respuesta de los animales frente a las cosquillas.

Phil Ridges,  ha cuidado de Emmie durante la mayor parte de sus 19 años. Hacerle cosquillas a un gorila no es tarea fácil, afirma. Sin embargo, no le preocupa meterse en el recinto del animal en el Port Lympne Wild Animal Park de Kent, en el Reino Unido. Ridges dice que la gorila tiende a ser "un poco fría", pero cuando está de buen humor, no puede evitar reír cuando le hacen cosquillas.

La científica Marina Davila-Ross de la Universidad de Portsmouth, indicó que la respuesta de Emmie intrigó a los científicos de la Universidad debido a que la reacción de los gorilas suena parecida a la risa humana.

"Me sorprendió la manera en que los simios responden a las cosquillas, parecen comportarse de la misma forma que lo hacen los humanos ", explica Davila-Ross.

En un estudio publicado en Current Biology en 2009, la científica junto a un grupo de colegas, compararon los sonidos que los grandes simios hacen cuando se les hace cosquillas, con la risa de los humanos en situaciones similares.

Encontraron muchas similitudes, lo que les hace pensar que la risa en los primates grandes tiene el mismo origen que la risa en humanos, sugiriendo que podría existir un ancestro común que producía una especie de risilla al hacérsele cosquillas. "De acuerdo al estudio, podemos decir que la risa tiene como mínimo de 30 a 60 millones de años". Davila-Ross


Risillas


Otros científicos comprobaron que no solo los simios tienen cosquillas. Años atrás, Jaak Panksepp,  Escuela de Medicina Veterinaria de la Washington State University, decidió observar como las ratas reaccionaban ante las cosquillas. "Tener esa idea fue como un shock de inspiración delirante, pero lo probamos, y nos sorprendió el resultado por su solidez", explica Panksepp.

Los investigadores descubrieron que los roedores emitían unos ruidos muy agudos se les hacía cosquillas. Además, notaron que era el mismo sonido que producían cuando jugaban con otras ratas.

"El hecho de que se repitiera en un animal tras otro nos hizo dejar otros experimentos que teníamos planeados para continuar hacia donde nos llevaba este, lo que nos demandó meses y años", explica Panksepp. "Esta es simplemente la mejor medida del placer social en animales que tenemos".

"A lo largo de varios años, tuvimos conocimiento acerca de otras investigaciones que revelaban que había más animales capaces de producir vocalizaciones inducidas por las cosquillas", explica.

Un rápido rastreo confirma que un grupo heterogéneo de animales entre: búhos, perros, suricatas, pingüinos, y hasta camellos y delfines, reaccionan con sonido cuando se les hacen cosquillas. Michale Owren, profesor asociado de psicología y neurociencia de la Georgia State University, cree que puede haber una explicación simple para comprender por qué un grupo tan amplio de animales reacciona ante las cosquillas.

"Sospecho que podría ser por cómo es el sistema nervioso de los mamíferos", explica.

"De la misma manera que tocar, acariciar o cepillar a los animales puede ser placentero para ellos, sin que les sea posible hacerlo ellos mismo ya que estas especies no tienen manos y dedos como los nuestros. Parece haber algo en común en los mamíferos acerca del placer generado por el tacto".

"Creo que es importante cuando uno reconstruye el proceso evolutivo, especialmente con expresiones positivas, evaluar los diferentes tipos de animales", considera. "De esta forma podemos evaluar en mucho mas detalle cómo las vocalizaciones emergen y porque es importante para esos animales producirlas".

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