Si pensabas que sólo los humanos sentimos
cosquillas, estás equivocado. Con el fin de analizar la evolución de la risa,
los científicos están estudiando la respuesta de los animales frente a las
cosquillas.
Phil Ridges, ha cuidado de Emmie durante la mayor parte de
sus 19 años. Hacerle cosquillas a un gorila no es tarea fácil, afirma. Sin
embargo, no le preocupa meterse en el recinto del animal en el Port Lympne Wild
Animal Park de Kent, en el Reino Unido. Ridges dice que la gorila tiende a ser
"un poco fría", pero cuando está de buen humor, no puede evitar reír
cuando le hacen cosquillas.
La científica Marina Davila-Ross de la
Universidad de Portsmouth, indicó que la respuesta de Emmie intrigó a los
científicos de la Universidad debido a que la reacción de los gorilas suena
parecida a la risa humana.
"Me sorprendió la manera en que los
simios responden a las cosquillas, parecen comportarse de la misma forma que lo
hacen los humanos ", explica Davila-Ross.
En un estudio publicado en Current
Biology en 2009, la científica junto a un grupo de colegas, compararon los
sonidos que los grandes simios hacen cuando se les hace cosquillas, con la risa
de los humanos en situaciones similares.
Encontraron muchas similitudes, lo que les
hace pensar que la risa en los primates grandes tiene el mismo origen que la
risa en humanos, sugiriendo que podría existir un ancestro común que producía
una especie de risilla al hacérsele cosquillas. "De acuerdo al estudio, podemos decir
que la risa tiene como mínimo de 30 a 60 millones de años". Davila-Ross
Risillas
Otros científicos comprobaron que no solo
los simios tienen cosquillas. Años atrás, Jaak Panksepp, Escuela de Medicina Veterinaria de la Washington
State University, decidió observar como las ratas reaccionaban ante las
cosquillas. "Tener esa idea fue como un shock de
inspiración delirante, pero lo probamos, y nos sorprendió el resultado por su
solidez", explica Panksepp.
Los investigadores descubrieron que los
roedores emitían unos ruidos muy agudos se les hacía cosquillas. Además,
notaron que era el mismo sonido que producían cuando jugaban con otras ratas.
"El hecho de que se repitiera en un
animal tras otro nos hizo dejar otros experimentos que teníamos planeados para
continuar hacia donde nos llevaba este, lo que nos demandó meses y años",
explica Panksepp. "Esta es simplemente la mejor medida del placer social
en animales que tenemos".
"A lo largo de varios años, tuvimos
conocimiento acerca de otras investigaciones que revelaban que había más
animales capaces de producir vocalizaciones inducidas por las cosquillas",
explica.
Un rápido rastreo confirma que un grupo
heterogéneo de animales entre: búhos, perros, suricatas, pingüinos, y hasta
camellos y delfines, reaccionan con sonido cuando se les hacen cosquillas. Michale Owren, profesor asociado de
psicología y neurociencia de la Georgia State University, cree que puede haber
una explicación simple para comprender por qué un grupo tan amplio de animales
reacciona ante las cosquillas.
"Sospecho que podría ser por cómo es
el sistema nervioso de los mamíferos", explica.
"De la misma manera que tocar, acariciar
o cepillar a los animales puede ser placentero para ellos, sin que les sea
posible hacerlo ellos mismo ya que estas especies no tienen manos y dedos como
los nuestros. Parece haber algo en común en los mamíferos acerca del placer
generado por el tacto".
"Creo que es importante cuando uno
reconstruye el proceso evolutivo, especialmente con expresiones positivas,
evaluar los diferentes tipos de animales", considera. "De esta forma
podemos evaluar en mucho mas detalle cómo las vocalizaciones emergen y porque
es importante para esos animales producirlas".
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