sábado, 23 de febrero de 2013

Bostezar: una de las mejores cosas que puedes hacer por tu cerebro






El bostezo es uno de los secretos mejor guardados de la neurociencia. Ha sido utilizado durante décadas en la terapia de voz, como un medio eficaz para reducir la ansiedad y la hipertensión en la garganta.

Estudios de varios y recientes escaneos cerebrales han demostrado que el bostezo provoca una actividad neuronal única en las áreas del cerebro que están directamente involucradas en la generación de conciencia social y en la creación de sentimientos de empatía. 

Una de esas áreas es la precuneus, una pequeña estructura oculta en los pliegues del lóbulo parietal. De acuerdo con los investigadores del Instituto de Neurología de Londres, el precuneus parece desempeñar un rol central en la conciencia, la autoreflexión y la recuperación de la memoria. El precuneus también es estimulado por la respiración yóguica, que ayuda a explicar por qué diferentes formas de meditación contribuyen al incremento del sentido de la autoconciencia. 


Es también una de las zonas más afectadas por las enfermedades relacionadas con la edad y los problemas de déficit de atención, así que es posible que el bostezo deliberado en realidad permita fortalecer esta parte importante del cerebro.

Por estas razones, creo que el bostezo debe integrarse a los programas de ejercicio y reducción del estrés, mejoramiento cognitivo y de la memoria, psicoterapia y la práctica contemplativa espiritual. Y, debido a que la precuneus recientemente se ha asociado con el sistema de neuronas espejo en el cerebro (lo que nos permite “sintonizarnos” con los sentimientos y comportamientos de los demás), bostezar incluso nos puede ayudar a aumentar la sensibilización social, la compasión y la comunicación efectiva con los demás. Lamentablemente hay un estigma inexplicable en nuestra sociedad el cual implica que es de mala educación bostezar, y la mayoría de nosotros aprendimos esto cuando éramos jóvenes. En realidad, el bostezo sí aumenta cuando estás cansado, y puede ser la forma sutil en que el cerebro te dice que necesita un pequeño sueño rejuvenecedor. Por otro lado, la exposición a la luz también lo hará bostezar, lo que sugiere que es parte del proceso de despertar.

Los estudiantes bostezan en clase, no porque el profesor sea aburrido, sino porque el cerebro se libera de la somnolencia, lo que te ayuda a mantener la concentración en los conceptos e ideas importantes. El bostezo regula la conciencia y nuestro sentido del yo, y nos ayuda a ser más introspectivos y conscientes de nosotros mismos.

Bostezar te relajará y te llevará a un estado de alerta, más rápido que cualquier otra técnica de meditación que conozco, y debido a que es neurológicamente contagiosa, es fácil de enseñar en un ambiente de grupo.  Uno de mis antiguos alumnos utiliza el bostezo para convocar al orden a su junta de directores en menos de 60 segundos. ¿Por qué? Debido a que el bostezo ayuda a las personas a sincronizar su comportamiento con los demás.


Artículo traducido y resumido del original: Andrew Newburg | Yawn.

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