sábado, 11 de mayo de 2013

¡Gracias mamá! Por no darte por vencida


Documento resumido del original escrito por Mayra Cabrera.



Las mamás son seres que no saben lo que es darse por vencida, luchadoras infatigables por darles lo mejor a sus hijos y para un bebé no hay nada mejor que la leche materna. Pero, ¿es posible continuar con la lactancia cuando se padece cáncer? Rompamos mitos sobre la lactancia y esta terrible enfermedad.
El cáncer es básicamente la multiplicación de células malignas en una parte específica del cuerpo. Con todos los avances en medicina (y también tratamientos alternativos), el cáncer puede ser curable cuando es detectado a tiempo y cuando se lleva un tratamiento adecuado para erradicarlo. Pero, ¿qué pasa cuando se tiene cáncer y se está amamantando?


Maternidad y cáncer

“Usted tiene cáncer” es una noticia devastadora para cualquiera, pero especialmente para una madre que tiene un bebé que depende por entero de ella. Precisamente la maternidad es algo que ayuda mucho a superar la negación, depresión, enojo y otras emociones que aparecen al recibir este tipo de noticias, pues se tiene un fuerte y poderoso motivo para seguir luchando y estar bien: un bebé, un hijo.

Análisis necesarios para detección del cáncer

Cuando hay la sospecha de padecer cáncer, se requerirán varios análisis y tratamientos. La leche materna no se ve afectada al exponerse a los rayos X, ultrasonido, resonancia magnética, mamogramas o citología. Debe indicarse al médico que se está amamantando para que prescriba medicamentos compatibles con la lactancia.
En el caso de pruebas con isótopos radiactivos, debe destetarse temporalmente al bebé, pero también continúe extrayéndose leche: ayuda a desechar más rápidamente la radiación y a mantener su producción de leche. Con el tiempo la radiación declina y podrá volver a amamantar a su bebé.
También existen métodos novedosos para detectar el cáncer (biosensores) que no son invasivos.

Mamá con cáncer, ¿debe suspender la lactancia?

Es posible que haya médicos que sugieran el abandonar la lactancia, sobre todo porque dicen que roba fuerzas a la madre. Pese a ello, muchas madres encuentran en la lactancia la forma de recuperar su maternidad al poder amamantar a sus bebés, pueden hacerlo acostadas y de esa forma el bebé se siente también confortado.
Algunas molestias (grietas, dolor) pueden prevenirse cuando se amamanta correctamente al bebé. Otra forma de consolar a su bebé es cargándolo: si se siente cansada, utilice un rebozo de argollas (un soporte de tela que cuelga de un hombro en el que el bebé puede acostarse y la madre, descansar) y así será cómodo para ambos.

Por ello deben cuestionarse si al destetar a sus bebés la vida se les hará más cómoda o se les complicará más. Si su oncólogo no está convencido, busque apoyo con su pediatra (pro lactancia) para que le explique a su colega sobre sus deseos y busquen la mejor opción que no afecte al bebé.


Tratamientos contra el cáncer vs. Lactancia

La terapia con radiación no suele afectar la leche materna, con la excepción de que dicha radiación se reciba en los pechos, ya que además del posible daño al tejido mamario, también puede afectarlo de forma interna. Sin embargo, esto no significa que no sean capaces de producir leche más adelante (por ejemplo, en embarazos posteriores).
Es diferente cuando el tratamiento es con compuestos radioactivos o quimioterapia: tales compuestos pueden pasar al bebé mediante la leche materna y en este caso no se recomienda continuar la lactancia. Si el tratamiento es relativamente corto, una vez que termine se puede seguir amamantando al bebé. Para ello se debe continuar extrayendo leche y desecharla; aunque la leche no sea útil, por así decirlo, se continúa estimulando la producción de leche e incluso se puede retomar la lactancia (relactación) aunque hayan pasado incluso algunos meses.
Antes de ello deberá medir si ya no hay presencia de isótopos radiactivos en su leche (se utiliza un contador Geiger), y debe señalarse que el mero hecho de extracción de leche ayuda a desechar tales compuestos.

Quimioterapia y radiación: qué puede hacer usted por la lactancia de su bebé


Debe saber que en el caso de que la radiación se reciba en solo uno de los pechos, se puede continuar lactando con el otro pecho, pues no se ve afectado.
Si va a someterse a quimioterapia y puede aplazar un poco el tratamiento, hágalo: puede extraerse leche y hacer un banco de leche antes. Esta leche servirá para que su bebé la reciba por lo menos un tiempo más. Por otra parte, puede comenzar a destetar a su bebé gradualmente y que no lo resienta. Combine también con tratamientos alternativos (reiki) para sentirse mejor.
Como se mencionó al inicio, muchos tipos de cáncer son tratables y al contrario de antaño, el recibir una noticia así ya no es una sentencia de que todo se ha terminado. Y cuando se tiene el poderoso incentivo de un bebé, de alguien por quién luchar, hace más llevadero este padecimiento.
No necesariamente debe suspender la lactancia y en caso de que así sea, el destete debe hacerse gradual, con la esperanza de que más adelante incluso pueda volver a amamantar a su bebé. Él lo vale todo.

Fuente:
Lactancia y cáncer

Renato Picerno
Comunicación
   Museo Interactivo de Ciencia


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