Documento resumido del original escrito por
Mayra Cabrera.
Las mamás son seres que no saben lo que es
darse por vencida, luchadoras infatigables por darles lo mejor a sus hijos y
para un bebé no hay nada mejor que la leche materna. Pero, ¿es posible
continuar con la lactancia cuando se padece cáncer? Rompamos mitos sobre la
lactancia y esta terrible enfermedad.
El cáncer
es básicamente la multiplicación de células malignas en una parte
específica del cuerpo. Con todos los avances en medicina (y también tratamientos
alternativos), el cáncer puede ser curable cuando es detectado a tiempo y
cuando se lleva un tratamiento adecuado para erradicarlo. Pero, ¿qué pasa
cuando se tiene cáncer y se está amamantando?
Maternidad y cáncer
“Usted tiene cáncer” es una noticia
devastadora para cualquiera, pero especialmente para una madre que tiene un bebé
que depende por entero de ella. Precisamente la maternidad es algo que ayuda
mucho a superar la negación, depresión, enojo y otras emociones que aparecen al
recibir este tipo de noticias, pues se tiene un fuerte y poderoso motivo para
seguir luchando y estar bien: un bebé, un hijo.
Análisis necesarios para detección del cáncer
Cuando hay la sospecha de padecer cáncer, se
requerirán varios análisis y tratamientos. La leche materna no se ve afectada
al exponerse a los rayos X, ultrasonido, resonancia magnética, mamogramas o
citología. Debe indicarse al médico que se está amamantando para que prescriba
medicamentos compatibles con la lactancia.
En el caso de pruebas con isótopos
radiactivos, debe destetarse temporalmente al bebé, pero también
continúe extrayéndose leche: ayuda a desechar más rápidamente la radiación y a
mantener su producción de leche. Con el tiempo la radiación declina y podrá
volver a amamantar a su bebé.
También existen métodos novedosos para
detectar el cáncer (biosensores)
que no son invasivos.
Mamá con cáncer, ¿debe suspender la lactancia?
Es posible que haya médicos que sugieran el
abandonar la lactancia, sobre todo porque dicen que roba fuerzas a la madre.
Pese a ello, muchas madres encuentran en la lactancia la forma de recuperar su
maternidad al poder amamantar a sus bebés, pueden hacerlo acostadas y de esa
forma el bebé se siente también confortado.
Algunas molestias (grietas, dolor) pueden
prevenirse cuando se amamanta
correctamente al bebé. Otra forma de consolar a su bebé es cargándolo:
si se siente cansada, utilice un rebozo de argollas (un soporte de tela
que cuelga de un hombro en el que el bebé puede acostarse y la madre,
descansar) y así será cómodo para ambos.
Por ello deben cuestionarse si al destetar a sus bebés la vida se les hará más
cómoda o se les complicará más. Si su oncólogo no está convencido, busque apoyo
con su pediatra (pro lactancia) para que le explique a su colega sobre sus
deseos y busquen la mejor opción que no afecte al bebé.
Tratamientos
contra el cáncer vs. Lactancia
La terapia con radiación no suele afectar la
leche materna, con la excepción de que dicha radiación se reciba en los pechos,
ya que además del posible daño al tejido mamario, también puede afectarlo de
forma interna. Sin embargo, esto no significa que no sean capaces de producir
leche más adelante (por ejemplo, en embarazos posteriores).
Es diferente cuando el tratamiento es con
compuestos radioactivos o quimioterapia: tales compuestos pueden pasar al bebé
mediante la leche materna y en este caso no se recomienda continuar la
lactancia. Si el tratamiento es relativamente corto, una vez que termine se
puede seguir amamantando al bebé. Para ello se debe continuar extrayendo leche
y desecharla; aunque la leche no sea útil, por así decirlo, se continúa
estimulando la producción de leche e incluso se puede retomar la lactancia (relactación)
aunque hayan pasado incluso algunos meses.
Antes de ello deberá medir si ya no hay
presencia de isótopos radiactivos en su leche (se utiliza un contador Geiger),
y debe señalarse que el mero hecho de extracción de leche ayuda a desechar
tales compuestos.
Quimioterapia y radiación: qué puede hacer usted por la lactancia de su bebé
Debe saber que en el caso de que la radiación
se reciba en solo uno de los pechos, se puede continuar lactando con el otro
pecho, pues no se ve afectado.
Si va a someterse a quimioterapia y
puede aplazar un poco el tratamiento, hágalo: puede extraerse leche y hacer un
banco de leche antes. Esta leche servirá para que su bebé la reciba por lo
menos un tiempo más. Por otra parte, puede comenzar a destetar a su bebé
gradualmente y que no lo resienta. Combine también con tratamientos
alternativos (reiki)
para sentirse mejor.
Como se mencionó al inicio, muchos tipos de
cáncer son tratables y al contrario de antaño, el recibir una noticia así ya no
es una sentencia de que todo se ha terminado. Y cuando se tiene el poderoso
incentivo de un bebé, de alguien por quién luchar, hace más llevadero este
padecimiento.
No necesariamente debe suspender la lactancia
y en caso de que así sea, el destete debe
hacerse gradual, con la esperanza de que más adelante incluso pueda volver a
amamantar a su bebé. Él lo vale todo.
Fuente:
Lactancia y cáncer
Renato Picerno
Comunicación
Museo Interactivo de Ciencia
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