Desconocemos
cómo fue difundida la afirmación de que el ser humano utiliza únicamente el 10%
de su cerebro, sin embargo se sabe de algunas teorías que podrían explicar de
dónde vienen estas ideas.
Una
de ellas nace por los debates que se dieron durante los años 1800 entre los que
creían que la función del cerebro puede ser localizado en determinadas regiones
del mismo, y los que creían que el órgano actuaba como un todo.
Estos
debates se centraron en torno a varios investigadores entre ellos Karl Lashley,
quien mediante su conocido experimento con ratas pudo probar que aún con solo
el 2% de la masa cerebral éstas se desarrollaban de forma aparentemente normal.
Más tarde, incluso descubrió que la eliminación
de hasta el 58% de la corteza cerebral no afectaba a ciertos tipos de
aprendizaje. Es posible, de este modo, que la mala interpretación y exageración
de estos datos llevó a la creencia de que solamente se utiliza una pequeña
fracción del cerebro.
Actualmente,
y gracias a las investigaciones científicas y los avances tecnológicos, podemos
afirmar que no existe evidencia científica que sugiera que utilizamos
únicamente el 10% del cerebro.
Estudios
clínicos indican que el daño de una pequeña área del cerebro, tal como la
causada por un golpe, puede tener efectos importantes. Un ejemplo de esto es la
enfermedad de Parkinson que afecta a determinadas áreas del cerebro. Y las
discapacidades que surgen como resultado de daños menores de áreas específicas
de este órgano.
Debido
a que la eliminación o afección de pequeñas áreas del cerebro esenciales pueden
tener graves consecuencias en los pacientes, los neurocirujanos deben retirar
cuidadosamente el tejido cerebral en el caso de intervenciones por tumores.
Los
equipos tecnológicos que producen imágenes cerebrales también contradicen la
afirmación de que únicamente utilizamos el 10% del cerebro. La Tomografía por
Emisión de Positrones (PET) y la imagen por resonancia magnética, permiten
monitorear la actividad del cerebral completa de una persona y solo muestran partes
sin actividad cuando el cerebro tiene lesiones graves.
“Estos
estudios de imágenes funcionales del cerebro muestran que todas las partes del
sistema trabajan, incluso durante el sueño, sólo que en un estado de actividad
distinto.”, según lo que afirma el neurofisiólogo Erick Chudler, en un artículo
publicado en la web de Brain Conection.
Por
otro lado, desde la perspectiva evolutiva, es casi improbable que se desarrolle
un cerebro que es 90% inútil. Ya que el cerebro es quizá el órgano más
“costoso” de mantener, debido a que utiliza una gran cantidad de recursos como
nutrientes y energía del cuerpo. Siendo real la afirmación, planteada
inicialmente, y por el proceso conocido como selección natural, los seres
humanos en la actualidad deberían tener cerebros más pequeños y no los mismos
que tienen Desde hace miles de años con la aparición de Homo sapiens.
Los
ganadores del premio Nobel David Hubel y Torsten Wiesel lo demostraron en el
sistema visual. Se mostró que cuando la pérdida completa de la visión se
produce durante el desarrollo temprano del feto, al morir los nervios ubicados
en esta zona se degeneran de manera considerable.
Si
durante toda nuestra vida no utilizáramos el 90% de nuestro cerebro, al
morir deberíamos tener áreas del cerebro
completamente degeneradas.
A
pesar que hasta la actualidad existen muchos campos abiertos sobre el
funcionamiento del cerebro humano, se sabe que cada parte del cerebro tiene una
función determinada.
Según
un artículo desarrollado por la Universidad de Princeton y publicado por la
revista Nature, se comprobó luego de realizar un experimento de comparación de
los tamaños relativos del cerebro divididos en varias áreas, que cada una de
estas cumplían funciones diferentes y no encontraron áreas del cerebro sin ninguna
función.
"Intuitivamente,
sabemos que hay algo en nuestro cerebro que es extremo y es su actividad
funcional", afirma Sam Wang, profesor de biología molecular y el principal
autor del artículo.
Entonces,
aunque las ratas de Lashley fueron capaces de realizar tareas simples, no se
pudo probar esto en actividades más complejas, por ejemplo las relacionadas con
la interacción y el habla. Es así como, el tejido cerebral eliminado pudo ser
útil para realizar otras tareas no tomadas en cuenta o que no afectan a los
animales.
El
cerebro es un órgano extraordinario y tiene muchas capacidades entre ellas está
la de recuperarse después de un daño. Que pueda recuperar funciones perdidas
no asegura que el tejido dañado no tenía
ninguna función. Sino muestra la capacidad que tiene el cerebro para
reestructurarse.
Lucía Pilataxi
Comunicación
MIC
Esto
y mucha más información podrás encontrar en la conferencia Ni sabes…! Cerebro
al descubierto, que presenta el MIC este viernes y sábado
Recuerda…
Viernes
24 desde las 15h00 hasta las 18h00
Sábado
25 desde las 11h00 hasta las 14h00
Estos son los temas
que trataremos
Agenda
Viernes
24 de agosto
15h00
EL ABC del
Cerebro.
Dr. Edgar Mazón
15h45
Ser humano: ¿Animal
sin cerebro?, o ¿con cerebro animal?
PhD. Florencio Delgado
16h30
Mecánica cuántica y
el cerebro
Dr. Eduardo Ludeña
16h45
Refrigerio
Sábado
25 de agosto
11h00
Neurociencia
Educativa: Cómo se desarrolla el
aprendizaje.
Dra. Martha de la Torre.
11h45
Cerebro, Psicología
profunda e Hipnosis
Dr. Rolando Silva Estrella
12h30
Refrigerio
12h45
El amor y su relación
con la neuroquímica cerebral.
Msc. Lobsang Espinoza
Inscríbete en: comunicacion@museo-ciencia.gob.ec
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