¡Benditas vacunas!
¿Se ha preguntado alguno de ustedes
cuál ha sido el invento que mayor impacto tuvo en la historia? Pregunta difícil, ¿verdad? Porque son muchos…
Investigando por aquí y por allá encontrarán
un universo de aportes, uno más impactante que otro. Pues bien, hoy hablaremos sobre las
vacunas.
¿Y por qué escoger un tema como
éste? Por una sencilla razón: ¿qué sería
de nosotros si no existieran? Probablemente la humanidad estuviera aún padeciendo
alguna de esas terribles pestes y enfermedades que arrasaron con una buena parte
de la población mundial hace varios años, como la viruela, la fiebre amarilla,
el sarampión, la influenza, la poliomielitis, etc., etc.
Más poderosa que cualquier arma, la devastadora viruela, conocida
desde el siglo XII, mataba al 35% o 40% de las personas que infectaba, y a las sobrevivientes
les dejaba grandes cicatrices en la piel, deformando su rostro para siempre. Se
calcula que solo en Francia morían cerca de 30 mil personas por año debido a la
viruela. Por esta razón, esta enfermedad es considerada la de mayor índice de
mortalidad en todo el mundo.
Para hacer frente a estas calamidades,
algunos inventores y científicos decidieron investigar el origen de algunas
enfermedades, y cuando encontraron sus causas, empezaron a experimentar en
soluciones para minimizar sus efectos: así nacieron las vacunas. Una vacuna es
un preparado, el cual, una vez que ingresa a nuestro organismo, le provoca una producción
de elementos de defensa ante los causantes de una enfermedad. Y es así como al
interior de nuestro cuerpo se libra una verdadera batalla entre los chicos buenos
y los chicos malos. ¿Y
quién dio inicio a esta interesante búsqueda? Viajando por el tiempo, hay que
situarse en el año 1796,
cuando el inglés Edward Jenner, luego de hacer varios estudios sobre la viruela
de las vacas, extrajo el virus purulento
de una granjera contaminada y lo inoculó en el brazo de un joven, quien al cabo
de varios días presentó en la vacunación una pústula que se curó por sí sola. Luego
demostró que el joven no fue afectado por la enfermedad. Años después, Luis
Pasteur estudió los trabajos de Jenner y comenzó a inyectar microorganismos
debilitados en animales. Descubrió además una vacuna para el cólera de las aves
y el ántrax del ganado, y en 1881 comenzó sus experimentos contra la rabia.
La erradicación de la devastadora
viruela fue posible gracias a una acción conjunta de varias naciones. Declarada
oficialmente erradicada en 1980 la viruela es considerada la primera enfermedad
combatida a nivel mundial, según datos de la OMS. Éste es un claro ejemplo de que
la unión hace la fuerza, y que se puede obtener resultados muy positivos cuando
nuestros países trabajan, CONJUNTAMENTE, para fortalecer la invención e
investigación científica en el mejoramiento de las condiciones de vida de
nuestras poblaciones.
Gustavo Ernesto Benavides J.
Museologia Educativa
Museo Interactivo de Ciencia
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