miércoles, 31 de octubre de 2012

Por entre las raíces del boom tecnológico



POR ENTRE LAS RAÍCES DEL “BOOM” TECNOLÓGICO

CDs, DVDs, pendrives, netbooks, smartphones, ipods, ipads, supercomputadoras…. ¿qué más vendrá después? Quizá no tengamos que esperar mucho para averiguarlo; hemos sido testigos en los últimos veinte o treinta años de una de las revoluciones tecnológicas más impresionantes: la migración hacia la “era digital”, pero… ¿qué significa realmente ser “digital”? 




Si hacemos un viaje a través del tiempo para ubicar el posicionamiento de lo digital en la evolución de algunos “juguetes” que usamos, vienen primero a mi mente objetos analógicos como los discos de vinilo (de 33 y 45 revoluciones por minuto), pasando por los cassettes de cinta y sus socios los walkmans, que nos permitieron acercarnos al concepto de movilidad en el entretenimiento. De repente, cuando algunos no terminábamos aún de aburrirnos con estos dispositivos, apareció  el CD o disco compacto: uno de los primeros artefactos de esta era digital que se estaba aproximando con fuerza. ¿Qué implicaciones tuvo la llegada de la digitalización? Pues que ahora, mediante largas secuencias de unos y ceros (bautizados como “bits”), se simplificaba la enorme y pesada información contenida en discos de vinilo y cassettes (capturada  en forma analógica), para crear sistemas de información libres de ruido, rápidos y fáciles de ser almacenados, reproducidos y transmitidos. Claro, estas bondades tuvieron lugar gracias al sacrificio de unos cuantos “bits desperdicio” provenientes del contenido original.  Algunos melómanos sí son capaces de detectar esta ausencia imperceptible al oído de la gran mayoría. Al fin y al cabo, son pocos los privilegiados de tener un oído tan fino y agudo…

En fin,  el hecho es que la digitalización de la información permitió una impresionante explosión de desarrollo tecnológico, porque en este formato podemos transmitir a gran velocidad la información entre computadoras, celulares y otros dispositivos electrónicos, optimizando recursos muy escasos y costosos: el canal de comunicaciones (es decir, el cable de cobre, fibra óptica, aire, etc.) y el medio de almacenamiento (CD, DVD, pendrive, memoria).

Sin embargo, para esta evolución ¿estuvimos preparados? Este tema se analizó hace poco, en uno de los eventos “geek” de mayor presencia internacional: Campus Party. Entre sus temáticas pensadas para todos los gustos tecnológicos, hubo una que llamó mi atención: la zona de inclusión digital, en la cual se efectuaron los denominados “bautizos digitales”. Estas actividades fueron parte de un proyecto para democratizar el acceso a las TICs, e insertar a más personas en la sociedad de la información y el conocimiento.

Reflexionemos un momento: ser “digital” no es solamente estar cobijado “hasta el colmo” por instrumentos tecnológicos, sino también tener consciencia de su uso, utilidad y potencial de transformación. Un gran primer paso es trabajar en proyectos para promover la inducción en el uso de las tecnologías, a las personas que difícilmente han tenido acceso. Hay casos interesantes en nuestro país como el que vi en Campus Party, y seguro hay otros que he omitido, por tiempo y espacio. Hay mucho por decir y hacer… ¿qué estamos esperando?

Gustavo Ernesto Benavides J.
Técnico Investigador MIC

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