POR ENTRE LAS RAÍCES DEL “BOOM” TECNOLÓGICO
CDs,
DVDs, pendrives, netbooks, smartphones, ipods, ipads, supercomputadoras…. ¿qué
más vendrá después? Quizá no tengamos que esperar mucho para averiguarlo; hemos
sido testigos en los últimos veinte o treinta años de una de las revoluciones
tecnológicas más impresionantes: la migración hacia la “era digital”, pero… ¿qué
significa realmente ser “digital”?
Si
hacemos un viaje a través del tiempo para ubicar el posicionamiento de lo
digital en la evolución de algunos “juguetes” que usamos, vienen primero a mi
mente objetos analógicos como los discos de vinilo (de 33 y 45 revoluciones por
minuto), pasando por los cassettes de cinta y sus socios los walkmans, que nos
permitieron acercarnos al concepto de movilidad en el entretenimiento. De
repente, cuando algunos no terminábamos aún de aburrirnos con estos
dispositivos, apareció el CD o disco
compacto: uno de los primeros artefactos de esta era digital que se estaba
aproximando con fuerza. ¿Qué implicaciones tuvo la llegada de la
digitalización? Pues que ahora, mediante largas secuencias de unos y ceros (bautizados
como “bits”), se simplificaba la enorme y pesada información contenida en
discos de vinilo y cassettes (capturada en forma analógica), para crear sistemas de
información libres de ruido, rápidos y fáciles de ser almacenados, reproducidos
y transmitidos. Claro, estas bondades tuvieron lugar gracias al sacrificio de unos
cuantos “bits desperdicio” provenientes del contenido original. Algunos melómanos
sí son capaces de detectar esta ausencia imperceptible al oído de la gran mayoría.
Al fin y al cabo, son pocos los privilegiados de tener un oído tan fino y
agudo…
En
fin, el hecho es que la digitalización
de la información permitió una impresionante explosión de desarrollo
tecnológico, porque en este formato podemos transmitir a gran velocidad la información
entre computadoras, celulares y otros dispositivos electrónicos, optimizando
recursos muy escasos y costosos: el canal de comunicaciones (es decir, el cable
de cobre, fibra óptica, aire, etc.) y el medio de almacenamiento (CD, DVD,
pendrive, memoria).
Sin
embargo, para esta evolución ¿estuvimos preparados? Este tema se analizó hace
poco, en uno de los eventos “geek” de mayor presencia internacional: Campus Party.
Entre sus temáticas pensadas para todos los gustos tecnológicos, hubo una que
llamó mi atención: la zona de inclusión
digital, en la cual se efectuaron los denominados “bautizos digitales”. Estas actividades fueron parte de un proyecto
para democratizar el acceso a las TICs, e insertar a más personas en la
sociedad de la información y el conocimiento.
Reflexionemos
un momento: ser “digital” no es solamente estar cobijado “hasta el colmo” por
instrumentos tecnológicos, sino también tener consciencia de su uso, utilidad y
potencial de transformación. Un gran primer paso es trabajar en proyectos para promover
la inducción en el uso de las tecnologías, a las personas que difícilmente han tenido
acceso. Hay casos interesantes en nuestro país como el que vi en Campus Party, y
seguro hay otros que he omitido, por tiempo y espacio. Hay mucho por decir y hacer…
¿qué estamos esperando?
Gustavo Ernesto Benavides J.
Técnico Investigador MIC
No hay comentarios:
Publicar un comentario