29 de abril: día mundial del animal
Artículo
resumido del original escrito por: VÍCTOR M. LONGA Y JUAN J. LÓPEZ RIVERA
El 29 de abril se celebrará el día mundial del animal. ¿Te imaginas un
perro deseándole feliz día a otro? ¿Cómo se comunican los animales? ¿Es posible
que aprendan a expresarse y referirse a la realidad utilizando palabras?
Varios análisis del comportamiento comunicativo animal han atribuido
capacidades lingüísticas de variado tipo (gramatical, semántico, léxico o
pragmático) a numerosas especies animales. También se han defendido capacidades
sintácticas plenas, aunque simples, en ciertos animales; especialmente, en
primates sometidos a entrenamiento.
Además se han atribuido capacidades léxicas
a variadas especies. Según tal visión, animales humanos y no humanos
divergirían sobre todo en el número de palabras manejadas pero no en la
naturaleza de tales palabras. Es obvio que las limitaciones fisiológicas del
tracto vocal de los animales impiden que pronuncien palabras humanas.
Sin embargo, tales hipótesis proponen que algunos animales pueden
manejar palabras desde la perspectiva de la percepción, mientras que otros desde la de la producción. De ahí que, según
Lieberm, la idea de que sólo los seres humanos pueden poseer y usar palabras es
"rechazada por estudios comparativos de habilidades lingüísticas y
comunicativas en perros, simios, pájaros y otras especies”
Las supuestas capacidades léxicas han
sido defendidas en dos diferentes contextos: posesión natural por parte de
animales salvajes y adquisición por parte de animales entrenados. En este
último contexto, la mayor parte de estudios se han dedicado al entrenamiento de
chimpancés. Tales esfuerzos han mostrado, supuestamente, que estos animales
"pueden adquirir cerca de 150 palabras y concebir nuevas palabras así como
modificar el significado de palabras que ellos ya tienen". Por ello, la
capacidad léxica (también la sintáctica) es un rasgo primitivo (compartido con
otras especies), y no derivado (únicamente humano).
Muy recientemente, se ha publicado un
estudio que sugiere capacidades léxicas en una especie no muy investigada. El caso
de Rico, un perro doméstico que puede asociar 'palabras' con objetos y retener
tales asociaciones en la memoria.
En las conclusiones de dicho estudio el
principal objetivo fue mostrar que, desde una perspectiva lingüística, poseer
etiquetas (para objetos o conceptos) no equivale a poseer palabras, por lo que
ambos tipos de elementos no deberían ser asimilados ni igualados.
Como sucede con un niño, Rico pudo
aprender, tras una sola exposición, el camino que va del modelo acústico
arbitrario al objeto que evoca ese modelo. Sin embargo, un niño forma hipótesis
sobre el significado de la nueva palabra, mientras que Rico formó hipótesis sobre
la etiqueta que le condujo a identificar y traer el objeto concreto. Es cierto
que las etiquetas que Rico aprendió fueron palabras de un código lingüístico,
pero esto no implica que sean verdaderas palabras para Rico.
En el proceso de identificación que
permite a Rico encontrar objetos concretos, las palabras están únicamente
dotadas de una capacidad de referencia genérica. A este respecto, sería
interesante verificar si otros elementos sin la estructura cognitiva específica
de las palabras podrían haber arrojado el mismo resultado en Rico. Si así
fuera, el aspecto relevante en la habilidad de Rico sería su competencia para
reconocer y almacenar las evocaciones que algunos elementos sugieren con
respecto a algunos objetos. Pero este proceso de sustitución no podría ser
desarrollado en sentido inverso: ningún elemento con referencia directa podría
satisfacer todas las funciones que las palabras tienen en las lenguas y entre
sus usuarios.
Como ha sucedido en relación a otras
capacidades que subyacen a habilidades lingüísticas muy posteriores
evolutivamente, la presencia de tales capacidades en animales no humanos
no implica que se usen del mismo modo que en nosotros, ni que se alcance el mismo
resultado que los humanos han alcanzado. Eso no significa que neguemos que
distintos animales hayan evolucionado de diferentes modos y que algunos se
hayan aproximado a sistemas que recuerdan a palabras.
Fuente:
VÍCTOR M. LONGA Y JUAN J. LÓPEZ
RIVERA, ¿Pueden adquirir palabras los
animales? Sobre el aprendizaje de palabras por un perro, Universidad de
Santiago de Compostela, fevlonga@usc.es, fejjrive@usc.es
Renato Picerno
Comunicación
Museo Interactivo de Ciencia
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