***Tomado del original publicado el martes 16 de
julio 2013 por Mihai Andrei
Gotas de agua, gránulos de café, fragmentos de poliestireno e incluso un
palillo de dientes -esto, y más-, ha sido recientemente levitado en un
laboratorio suizo, utilizando ondas sonoras, es decir. Ésta es la primera vez
que un dispositivo es capaz de manejar varios objetos a la vez. Este logro se
detalla en un artículo publicado en las Actas de la Academia Nacional de
Ciencias.
Esta no es la primera vez que se realiza
levitación, pero por lo general se utiliza electromagnetismo. Las fuerzas
electromagnéticas se han utilizado para levitar incluso ranas. Se demostró que
las ondas de sonido en teoría pueden levantar objetos, pero hasta ahora, los dispositivos
solo fueron capaces de hacer un muy poco más que mantener a un objeto en su mismo
lugar.
Para levitar y mover objetos utilizando ondas
sonoras, Dimos Poulikakos, un ingeniero mecánico en el Instituto Federal Suizo
de Tecnología (ETH) de Zurich, reunió a su equipo para desarrollar una
plataforma que crea sonido utilizando cristales piezoeléctricos, los cuales pueden
encogerse o estirarse en función del voltaje aplicado a ellos. Cada plataforma
es aproximadamente del tamaño de una uña meñique.
Estas plataformas emiten ondas sonoras que se
mueven hacia arriba hasta llegar a la superficie del objeto, cuando regresan; conforme
regresan, ellas se encuentran con otras
ondas que van hacia el objeto y las dos ondas se anulan entre sí en los
llamados nodos. Objetos colocados allí permanecen atrapados en el lugar debido
a la presión de las ondas sonoras procedentes de ambas direcciones.
Colocando varias plataformas una junto a otra,
y adaptando longitudes de onda, los investigadores pueden usar estos nodos para
remolcar objetos entre las plataformas. Dependiendo cómo se coloquen las
plataformas, se puede mover los objetos de varias maneras.
Aparte de ser simplemente increíble, esto
también puede tener algunos beneficios prácticos. El sistema podría ser
utilizado para mezclar sustancias químicas sin el riesgo de contaminación, y/o
mezclar sustancias químicas peligrosas.
"Nos hemos divertido demostrando la idea de
chocar un trozo de sodio con un poco de agua, que es obviamente una reacción
agresiva", dice Dimos Poulikakos.
Fuente:
Renato Picerno
Comunicación
Museo Interactivo de Ciencia
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