El dolor
Artículo
resumido del original escrito por Bruno Sánchez Quiroga*
Ya que semana santa ha
llegado, cabe hacernos una pregunta. ¿Y a los cucuruchos, no les duele azotarse
tanto?
El propósito del dolor es
llamar la atención sobre algo que no funciona correctamente en el organismo.
Sin embargo si no se le toma en cuenta, no queda otro remedio que aguantar a
que pase o persiste después de habernos alertado, buscamos la manera de ponerle
fin.
Vinicio Granados es un experto
en la materia. Según él “El dolor es una de las manifestaciones más
desesperantes; se trata de un sistema complejo en el que participan muchas
proteínas. Lo que sí puede afirmarse es que se trata de un sistema que sirve al
organismo para sobrevivir. Es supervivencia pura”.
Las investigaciones de
Granados en el Departamento de Farmacología y Toxicología del Centro de
Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), se enfocan especialmente en
la analgesia, es decir, el alivio del dolor.
Afirma que se han hecho
hallazgos importantes pero aun es necesario investigar más. Por ejemplo se ha
descubierto que no existen fármacos que alivien por completo el dolor
neuropático. Este es un dolor que no permite dormir o caminar a quiénes lo padecen,
pues llega a tal punto que puede ser producido por el viento o las moscas, las
sábanas y hasta los calcetines y sobre el que la morfina o la aspirina no
surten ningún efecto. Se debe indagar más sobre el dolor neuropático, para
encontrar qué mecanismos lo generan y así poder bloquearlo efectivamente.
Los resultados de sus
investigaciones apuntan a la participación de los canales de potasio, pues se
cree que son los que manejan la excitabilidad de la neurona y que si pudieran
llegar a abrirlos la célula se mantendría en un estado en el que no respondería
a estímulos dolorosos, y quizá así, se aliviaría el dolor.
Actualmente se trabaja en la búsqueda de efectos que puedan abrir los
canales de potasio, no solo en el sitio donde duele, sino en la médula espinal,
donde se modifica el control de la información del dolor. El objetivo es
bloquear el dolor en donde se encuentra y también en donde se interpreta.
Otra investigación busca comprobar la efectividad de la combinación de
analgésicos. Granados explica que cuando buscamos aliviar el dolor en un
hospital no nos dan un analgésico sino una mezcla de ellos pero que no existe
un fundamento científico que avale esta práctica. Para esto primero se
experimenta con animales y si funciona
se piensa aplicarlo en humanos. Se han documentado de combinaciones exitosas
como la morfina con la motigina. Combinadas en pequeñas dosis, lo que ayudaría
a reducir sus efectos adversos, actúan eficazmente sobre el dolor neuropático.
Sin embargo, bloquearlo completamente aún no es posible.
Pero, ¿hay quienes toleran más el dolor? El doctor Granados explica que
el umbral es una cuestión fisiológica, pero que también tiene un componente
emocional que depende del ámbito cultural y social de la gente y de sus experiencias
previas con el dolor. Pero además se habla de diferencias entre géneros. Se
dice que las mujeres soportan el dolor más que los hombres, a pesar de estar
diseñados para resistir por igual. Frecuentemente las mujeres afirman que los
hombres no soportarían el dolor de parto, y efectivamente así sería debido a
que el cuerpo de ellas cuenta con un mecanismo de defensa contra ese dolor.
Cuando se abren los tejidos durante el parto, en las membranas de las neuronas
hay una gran cantidad de receptores opioides que perciben el dolor y al mismo
tiempo, al desgarrarse, se liberan opioides endógenos. En resumen, las mujeres
fabrican su propio analgésico.
Puede que el día en que el dolor abandone la vida de los seres humanos esté todavía lejos, pero no deja de ser una idea maravillosa y digna de luchar por ella.
Renato Picerno
Comunicación
Museo Interactivo de Ciencia
Fuente:
http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol18num1/articulos/dolor/index.htm
http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol18num1/articulos/dolor/index.htm
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