UN CAZA F-18 BLUE ANGEL
de la Armada de EE.UU.
en vuelo transónico sobre la bahía de San Francisco deja tras sí signos de
las ondas de choque. Estas comprimen el aire que rodea al aparato; el aire se expande
enseguida y se produce una condensación visible de la humedad. La estela blanquecina
sobre el agua se debe al fuerte “viento” que las ondas de choque inducen detrás de sí.
LA FOTOGRAFIA ESTRIOSCOPICA
del reventón de un
globo infantil muestra que el material se trocea rápidamente y deja ver en
el interior una burbuja globular de aire comprimido. Pese a que la forma inicial del globo no es
esférica, la onda de choque sí lo es. Los colores de esta imagen se deben a un filtro
de color que sustituye al fi lo de cuchilla.
CON IMAGENES DE VIDEO ULTRARRAPIDAS se aclaran
las diferencias entre el disparo de una pistola del .45 (izquierda) y el
disparo de la misma arma equipada con silenciador. Sin éste, los gases de la pólvora se expanden lateralmente
cuando salen por la boca en pos de la bala, provocando una intensa onda
expansiva que se percibe como un fuerte estallido. Con el silenciador, se reduce la expansión lateral, se debilita la
onda expansiva y se percibe un ruido de chorro, más un siseo que una
detonación.
UNA FOTO, OBTENIDA CON UNA EXPOSICION DE 1
microsegundo, de un plátano iluminado directamente revela lo que le ocurre
cuando lo atraviesa una bala de rifle del calibre .22. Muestra cuán destructivas pueden
ser para los tejidos blandos y las sustancias celulares las balas de gran velocidad y las
ondas de choque que las acompañan
Fuentes:
Gary S. Settles, “Toma ultrarrápida de
imágenes de ondas de choque, explosiones y disparos”, Investigación y Ciencia,
mayo, 2006
Renato Picerno
Comunicación
Museo Interactivo de Ciencia
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