viernes, 21 de junio de 2013

Un día de 21 años


Hoy es el día más largo del año, el solsticio. ¿Qué efectos tiene este fenómeno universal en otros planetas de nuestro sistema solar?

La ocurrencia de las estaciones, de los solsticios y de los equinoccios tiene estrecha relación con la inclinación del eje de rotación de nuestro planeta. ¿Cómo serían las estaciones si el eje de rotación de la Tierra tuviese una inclinación distinta? Curiosamente, planetas como Marte o Saturno, tienen sus ejes de rotación inclinados de manera semejante, 25,19º y 26,73º respectivamente. Pero Júpiter y Urano representan dos casos extremos. El gigante de los planetas tiene el eje inclinado 3,12º mientras que Urano lo tiene 97,86º.



Un caso único es el de Urano, cuyo eje de rotación se encuentra inclinado casi 98º respecto de su plano orbital. En el largo año de Urano, que abarca 84 años terrestres, las consecuencias de la orientación de su eje de rotación son muy peculiares. El planeta gira prácticamente acostado sobre el plano de la órbita. Durante el verano uno de sus polos queda casi directamente orientado hacia el Sol y el hemisferio correspondiente está siempre iluminado hasta el ecuador, en tanto que el opuesto queda sumido en una larguísima noche que en los polos dura 21 años. La situación se invierte al cabo de 42 años y el polo donde era noche pasa a ser el iluminado. Durante los equinoccios el día y la noche se alternan en todo el planeta, al igual que sucede en la Tierra, pues en aquel momento es el ecuador del planeta el que mira al Sol.

La peculiar inclinación del eje de rotación también afecta a la situación de los círculos polares y tropicales de Urano. Por ejemplo, si fuese aumentando la inclinación del eje de rotación de la Tierra, los círculos polares irían migrando hacia el ecuador mientras que los círculos tropicales migrarían hacia los polos, llegándose a la situación aparentemente paradójica de que para una inclinación del eje de rotación de 45º, el círculo polar ártico coincidiría con el trópico de cáncer precisamente a la latitud de 45ºN. Si se siguiese inclinando el eje de rotación la situación sería aún más curiosa, ya que ambos círculos se cruzarían y el círculo polar ártico se encontraría cercano al ecuador y el trópico de cáncer se situaría cerca del polo norte. Esto es lo que sucede en Urano.

¿Te imaginas cómo sería nuestro planeta si su inclinación fuera como la de Urano? El Universo es realmente impresionante y esconde infinitas sorpresas y misterios.

Fuente:

Renato Picerno
Comunicación
Museo Interactivo de Ciencia


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